Santa Úrsula
y Compañeras
Mártires
(† 383)

Úrsula era hija de un príncipe escocés. Su belleza y virtudes atrajeron todas las miradas hacia ella, pero rechazó todas las alianzas humanas para pertenecer a Jesucristo. Fue embarcada con un gran número de vírgenes y mujeres cristianas, a las que un conquistador romano quería dar como esposas a sus soldados. Pero se levantó una tormenta, con permiso de Dios, durante la travesía, y en lugar de llegar a Armórica, su destino, las naves encallaron hasta la desembocadura del Rin.

Los hunos, que a la sazón asolaban Europa, se toparon con estas naves y se disponían a saquearlas e infligir a estas vírgenes y mujeres una deshonra peor para ellas que la muerte. Al mando de Úrsula, resistieron heroicamente, hasta el punto de que los bárbaros cambiaron repentinamente de opinión, tomaron sus armas y se abalanzaron sobre este pacífico ejército; pronto las víctimas cayeron en tropel bajo los golpes de los verdugos, y sus almas volaron al Cielo.

El príncipe de los hunos, impresionado por la belleza de Úrsula, la perdonó al principio; intentó consolarla por la muerte de sus compañeras y le prometió casarse con ella. Úrsula rechazó sus palabras con horror, y el bárbaro le disparó una flecha. Así cayó esta virgen, a la que la tradición muestra como la líder de las once mil vírgenes o mujeres traídas por los romanos desde Britania.

Muchas iglesias poseen reliquias de este ejército de mártires, pero ninguna es tan rica como la ciudad de Colonia; pues fue a esta ciudad, cercana al lugar del suplicio, adonde los cristianos locales llevaron con devoción los sagrados restos de las santas mártires. Pronto se construyó una magnífica iglesia sobre su tumba, que ya había sido ilustrada con milagros. A ella acudían gentes de todas partes; las jóvenes, en particular, acudían en masa a encomendar su virginidad a Santa Úrsula y sus compañeras.

Un religioso, que tenía una gran devoción por las santas mártires, habiendo caído peligrosamente enfermo, vio aparecer cerca de él a una virgen que le dijo: "Yo soy una de esas vírgenes a las que honras; como recompensa por los once mil Pater que has rezado para honrarnos, tendrás nuestra asistencia a la hora de la muerte". La gloriosa tropa no tardó en acudir a recoger su alma.

Santa Úrsula es considerada modelo y patrona de quienes se dedican a la educación cristiana de las jóvenes. Varias congregaciones de monjas están bajo su advocación.

Traducido del francés: Abbé Léon Jaud, Vie des Saints pour tous les jours de l'année, Tours, Mame, 1950.