Ramillete espiritual:
El 17 de diciembre
Pertenecía a la más encumbrada nobleza bizantina y se había casado a los dieciocho años con Nebridio, prefecto de Constantinopla. Lo perdió después de solo veinte meses de matrimonio y tomó el velo de diaconisa. Gracias a su inmensa fortuna, fundó un hospital y un orfanato al cuidado de una comunidad de religiosas.
Cuando san Juan Crisóstomo fue elegido patriarca de Constantinopla, Olimpia se convirtió en su hija espiritual y en su gran apoyo. Cuando la emperatriz Euxodia destituyó a San Juan y empezó a perseguir a los fieles, Olimpia tuvo que exiliarse en Bitinia donde murió aún joven, sin exhalar una queja contra sus perseguidores.
Texto de: http://www.encuentra.com