Santa Jacinta de Mariscotti
Virgen y Monja franciscana
(1585-1640)

Santa Jacinta de Mariscotti, nacida en Vignarello (Latium, Italia), en 1585; muerta en Viterbo (Latium) el 30 de enero de 1640.

No juzgándola casadera ya que era fantasiosa y frívola, su padre, el señor de Mariscotti, estimó que tenía vocación religiosa y la hizo entrar con las franciscanas de Viterbo. Sin embargo Jacinta no cambió en nada, y durante diez anos escandalizó a sus compañeras por ser tan mundana, por el tipo de visitas que recibía y por su continua rebeldía.

Una enfermedad que sufrió operó su conversión. Se convirtió en lo que se dice una buena religiosa. Al ano siguiente tuvo una recaída, y esta vez sirvió para encaminarla hacia la santidad.

Los últimos veinticinco anos de su vida se llenaron con favores sobrenaturales tan asombrosos que, desde el momento de su muerte se inició el proceso de su beatificación.