Vida de los Santos
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Ramillete espiritual:

El 15 de diciembre

Santa Cristiana (o Nina)
Santa Cristiana (o Nina)

Santa Cristiana (o Nina)
Virgen, muerta en Georgia
(† 340)

Gracias a Rufino († 410), el antiguo amigo de san Jerónimo, sabemos el papel que tuvo en la conversión de Georgia; según aquél los informes los había obtenido del príncipe Bakur, también georgiano.

Si le damos crédito, Nina había sido una joven que llevaba una vida penitente y retirada en la capital del país. ¿Había sido llevada ahí en cautiverio por los soldados, o bien se había refugiado en ese sitio para huir de la persecución que asolaba su patria? El hecho es que se ignora de donde provenía, como se llamaba, y quien le había apodado de nombre cristina, o por abreviación Nina (o Cristiana), según el nombre de la religión que practicaba. Era caritativa, graciosa y se hacía querer.

Al saber que había curado un niño, al cubrirlo, con su cilicio, la reina Nana, que moría de un mal extraño, la mandó traer a su cabecera. «Mi sitio no está en un palacio», respondió Nina, que era humilde y cuya virtud había ya peligrado por parte de los grandes. La reina se hizo llevar a su casa y recuperó la salud.

Quería cubrir de regalos a su benefactora, pero ésta los rehusó diciendo: «Lo único que puede haceme feliz, es que vos y el rey abrazaran la religión cristiana.» La reina no tardó en convertirse. Pero el rey, sólo se decidió cuando un día, amenazado por un peligro mortal durante una cacería de ciervos, prometió, como lo haría más tarde Clodoveo a Tolbiac, que se haría cristiano si se salvaba. Una vez a salvo, pidió a Constantino que enviase misioneros.

El emperador le envió desde Constantinopla al obispo Pedro y al sacerdote Jacob, quienes bautizaron «a todos los habitantes de su capital», plantando así los cimientos del cristianismo en el reino.

Omer Englebert, La Flor de los Santos