Vida de los Santos
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Ramillete espiritual:

El 18 de mayo

San Félix de Cantalicio
San Félix de Cantalicio

San Félix de Cantalicio
Confesor
(† 1587)

Nació en 1513, en Cantalicio, pueblo de la Umbría, hijo de padres pobres, pero temerosos de Dios. Jamás perdió la inocencia bautismal; amó siempre a Dios y fue devoto singular de la Virgen. Siendo niño guardó ovejas, y luego fue labrador, orando en medio del campo. Leyendo la Vida de loa Santos, resolvió imitarlos.

A los veintiocho años entró en el noviciado de la religión de PP. Capuchinos, en calidad de lego, donde cayó enfermo. Recobrada la salud, le enviaron a Roma, de oficio limosnero, que ejerció cuarenta años con grande edificación. Era austero para si mismo y extremadamente cariñoso con los demás. En su sencillez se descubría delicadeza, genio y buen gusto. Mortificaba tanto los sentidos, que más parecía ángel que hombre. Su ardiente caridad con los pobres era hija del encendido amor que a Dios tenía. En los quince últimos años de su vida comulgaba diariamente. Ayunaba a pan y agua todas las vísperas de la fiesta de la Virgen, y María Santísima se le apareció y le puso al Niño Jesús en sus brazos. Con tan ricos consuelos ya no pensó sino en desasirse de la mortaja corporal.

Subió al Cielo el 18 de Mayo de 1587, y el papa Clemente XI le canonizó en 1712.