Ramillete espiritual:
El 30 de diciembre
En la predicación del Evangelio por todo el mundo, tocóle á Santiago el Mayor venir á España, donde predicó la doctrina del divino Maestro, y regresó con siete discípulos á Jerusalén, donde sufrió martirio y murió el año 42. Sus discípulos recogieron sus restos, y en una nave providencial arribaron al puerto de Iria Flavia, hoy día el Padrón, en Galicia, y se dirigieron á Compostela, donde depositaron, en un sepulcro construido al efecto, los restos del apóstol Santiago, con un ara y una columna de piedra traídas de Jerusalén.
Las guerras y revoluciones que sufrió España después hicieron desaparecer la memoria de este sepulcro, hasta que se descubrió milagrosamente en tiempo de Alfonso II el Casto, rey de Asturias, viendo por algunas noches estrellas resplandecientes, que les sirvieron de guía para la invención del cuerpo de nuestro Santo Patrón. Luego se construyó, un gran templo, tan famoso que en todos los siglos se ve visitado por piadosas peregrinaciones.