Ramillete espiritual:
El 8 de septiembre
"Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz clara y digna de ser pura eternamente: el alba más clara y bella no le puede ser igual, que, en con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella".
Así canta el himno de Laudes de esta fiesta. Y el de vísperas no es menos encantador: "Canten hoy, pues nacéis Vos, los ángeles, gran Señora, y ensáyense desde ahora, para cuando nazca Dios. Canten hoy, pues a ver vienen, nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen. Digan, Señora, de Vos, que habéis de ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios".
En estas dos encantadoras poesías se halla sintetizada la rica espiritualidad de este día. Hoy celebramos en una misma fiesta el venturoso nacimiento de la Virgen María y la imposición de su Nombre que antes celebrábamos el día doce de este mismo mes. Nada dice la Palabra de Dios sobre este gran acontecimiento que pasó por alto en tiempo de María, pero que marcaría para siempre este día. Nace María, de la cual nacerá el mismo Hijo de Dios que nos traerá la salvación.
A María recién nacida la piropean: La Palabra de Dios: "Eres toda bella, oh María... Mi elegida es toda bella como la nieve de Líbano... ¿Quién es ésta que avanza como un sol...? ... Hijas de Jerusalén, soy morena pero hermosa".
Y el día de su fiesta la saluda la Liturgia: "Celebramos el nacimiento de la Virgen María... Celebramos con gozo... ¿Quién es ésta que se asoma como alba? Cantamos de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad del Nacimiento de la Virgen María... Hoy es el Nacimiento de María Santísima, cuya vida ilustra de esplendor a todas las Iglesias... Hoy ha nacido la Virgen María del linaje de David. Por ella vino la salvación del mundo a los creyentes, y por su vida gloriosa todo el orbe quedó iluminado... Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anunció la alegría de todo el mundo... Todos los textos de la Liturgia de las Horas y de la Eucaristía son piropos a esta Mujer sencilla y humilde, pero a la vez la más grande que jamás vieron los siglos, que acaba de nacer...
¿Por qué celebrar el Nacimiento de María el ocho de septiembre? Esta fiesta es anterior en la Iglesia Romana y en Oriente a la del 8 de diciembre, la Inmaculada. Se celebraba esta fecha y más adelante se colocó la Inmaculada el día que hoy la celebramos.
¡Felicidades, Madre! Felicidades por Ti, por tu nacimiento. Felicidades, Madre, porque ibas creciendo en el obscuro camino de la fe. Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la santidad. Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de unos padres... naciste cojeo cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti nacería el Salvador del mundo unos años después. Felicidades, la pobre de Nazareth. Felicidades, Madre, porque todos felicitarán "a la amada, la paloma única, la perfecta". Felicidades, Madre, porque eres la cima, la altura donde reside la divinidad. Felicidades, Madre, porque eres la "Tierra de delicias" como te llama Malaquiás. Felicidades, Madre, porque eres la Madre de Dios y mía también.